Ponte cómodo, cómoda, que te vamos a contar la historia completa de cómo un abogado mexicano demandó a Google y cómo, a pesar de que parezca un triunfo, para algunos también puede ser una amenaza a la libertad de expresión.
Primer acto: resulta que el abogado Ulrich Richter acusó a Google de permitir que un blog suplantara su identidad y difundiera desinformación en su contra.
Segundo acto: un juez de la CDMX encontró culpable a Google de daño moral y fijó una indemnización. Además, el autor del blog también fue sentenciado.
La empresa, según la acusación, no evitó que el blog con contenido falso y manipulado siguiera apareciendo en el motor de búsqueda, a pesar de la denuncia y la demanda interpuestas por Ulrich Richter.
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Esta resolución fue dictada por la juez Décimo de lo Civil del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México luego de 7 años de pleito legal.
Y aunque ganarle a un gigante tecnológico puede ser considerado como algo positivo, también existe la otra cara de la moneda: esto puede poner en riesgo la libertad de expresión.
Esto va más allá de un juicio y podría marcar un precedente para la justicia mexicana y las empresas que brindan servicios tecnológicos.
Te contamos la historia con detalle, para que sepas cómo empezó todo.
Ulrich Richter cuenta que todo empezó hace como 7 años, cuando escribió varios libros y creó un blog para promocionar la participación ciudadana.
Y aquí viene el problema. Una persona hizo otro blog -una copia del original de Richter- pero con contenido alterado y tergiversado, usurpando su identidad.
En el blog “pirata”, por ejemplo, aparece un libro supuestamente escrito por Ulrich Richter que según se llama “Cómo lavar dinero”.
Ese libro no existe.
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La cosa es que el blog sigue visible en internet. Lo revisamos y sí, difunde información falsa e inventada.
“Me percaté que existía este sitio y acudí a la empresa Google para decirles que había un blog que suplantaba mi identidad, y como consecuencia de ello estaba llena de contenido de fake news, porque lo que dice ahí no es cierto”, dice Richter a Animal MX.
Después, Richter envió una carta a Google para pedirle que retirara el contenido porque estaban suplantando su identidad y le “estaban causando un detrimento en su prestigio”.
De hecho, algunas personas lo alertaron porque cuando la gente lo googleaba el primer resultado que encontraban ¡era el blog falso!
Luego, el abogado presentó una denuncia de hechos “porque el blog ilegal estaba usurpando su identidad” y en esa averiguación previa (que ahora se conoce como carpeta de investigación) “fue requerida la intervención de Google para que hiciera algunos aportes técnicos” para rastrear el origen de ese blog.
Hasta este punto tú te preguntarás: ¿qué culpa tiene Google?
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Bueno, pues este blog se aloja en el servicio Blogger de Google. Ulrich Richter pidió al gigante tecnológico que hiciera valer sus propias políticas.
Richter presentó la denuncia en la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal en 2014 y el Ministerio Público solicitó la comparecencia de Google Inc. para que ayudara a localizar al responsable.
Pero como Google no bajó el blog , entonces Ulrich Richter demandó a la empresa.
“Yo decidí acudir ante las instancias legales mediante un juicio civil para pedir que investigaran el blog porque estaba afectando mis derechos de la personalidad, mi fama, mi prestigio, mi imagen y la de mi esposa”, describe.
Y como consecuencia, el pasado 5 de marzo, la juez Décimo de lo Civil del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México resolvió que Google había incurrido en daño moral “porque había permitido y tolerado (la existencia del blog) pese a que ese blog tenía fake news, pese a que ese blog viola ciertas políticas de Google en la plataforma”.
Ahí vamos.
Blogger es un servicio gratuito que ofrece Google. Y como todos los servicios digitales cuenta con una política de contenido que puedes consultar aquí.
“Hay ciertos límites en el tipo de contenidos que se pueden alojar en Blogger. Los límites que hemos definido cumplen los requisitos legales y sirven para mejorar el servicio en su conjunto”, describe Blogger.
Y dentro de lo que no está permitido se incluye “Suplantación de identidad y falsificación de información”, así como el contenido engañoso.
Richter recalca que esta política de Blogger señala que si tu contenido viola sus normas se podrá retirar. Pero aunque a Google se le notificó que este blog violaba sus normas, hasta el momento sigue visible.
“No demandamos a Google por la autoría del blog, sino por haber sido omiso al permitir que siguiera la plataforma en franca violación a sus propias políticas, porque si bien es cierto que las políticas se establecen para sus usuarios, el primero que también las tiene que respetar es Google”, explica Ulrich Richter.
Hasta aquí todo ha sido acusación, demanda, acusación. ¿Pero y qué ha dicho Google al respecto?
En 2014, Google México dijo que “no podía dar a conocer datos, ni eliminar el blog, porque esas eran responsabilidades de su matriz, ubicada en San Francisco, California, y solicitaba que se abriera un nuevo juicio en Estados Unidos”, según informó Código espagueti .
Perooo, el Tribunal Superior de Justicia del entonces Distrito Federal dijo que no y sentenció que el conflicto entre Google y Ulrich Richter se debía dirimir en México y no en Estados Unidos.
¿Pooooor? Pues según el juez Manlio Castillo Colmenares, porque Google Inc. aceptó desde el inicio, cuando comenzó la disputa entre el abogado y el entonces desconocido autor del blog, que se sometía a la autoridad del Juzgado Octavo de la Ciudad de México.
Richter dice que esta sentencia es “un precedente porque la Suprema Corte ratifica que un juez mexicano es competente en un juicio contra las empresas tecnológicas, y las empresas tecnológicas alegaban que no era competencia de un juez mexicano, porque su sede central estaba en el extranjero”.
De acuerdo con el abogado, este tipo de demandas usualmente no continuaban porque el afectado difícilmente decidía o podía continuar su juicio en el extranjero.
Google todavía puede apelar, y de hecho, en un posicionamiento enviado a Animal MX, dice que va a impugnar.
En este posicionamiento oficial, Google describe esta sentencia como “una clara amenaza a la libertad de expresión por ser una forma de censura indirecta”.
Y especialistas como el director de la Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D), Luis Fernando García Muñoz, están de acuerdo con ello.
El director de R3D dice que esta historia no debe verse solo como “un abogado contra una gran compañía”, sino como un precedente que “no va a afectar tanto a Google cómo va afectar la libertad de expresión”.
Primero lo primero. La sentencia no es definitiva; todavía se puede amparar o revocar.
Sin embargo, García Muñoz dice que esta sentencia “abre un camino muy problemático para la libertad de expresión” porque se “hace responsable a Google de lo que otras personas publican”.
El problema, explica el especialista, es que a Google se le está culpando por no bajar un contenido sobre el que todavía no había una sentencia judicial que confirmara que es ilícito.
“Esto es sumamente preocupante porque esa responsabilidad lo que genera es un incentivo o una presión sobre estas compañías para censurar contenido por temor a ser censurados legalmente”, menciona.
En otras palabras, esta sentencia podría generar que empresas como Google, Facebook, Twitter o cualquier otra tengan que bajar contenido de sus plataformas que “potencialmente pueda llegar a ser ilícito”, aunque la justicia todavía no lo declare.
Y esto es grave porque la justicia mexicana es quien debe determinar si el contenido en internet es efectivamente ilegal o se comete un delito al dejarlo en visible.
El problema es que “eso puede ser utilizado para censurar información de interés público y va a terminar censurando contenidos que no deberían de ser censurados”, explica Luis Fernando.
También le preguntamos a Google y a continuación reproducimos el posicionamiento oficial que la empresa compartió con Animal MX:
Lamentamos el fallo del Juzgado Décimo de lo Civil de la Ciudad de México, el cual impone responsabilidad a Google, como intermediario, por contenido de un tercero que usa la plataforma de Blogger. Google no genera ni edita el contenido de Blogger. La sentencia determina además daños desproporcionados e infundados. Esto es una clara amenaza a la libertad de expresión por ser una forma de censura indirecta, expresamente prohibida por la legislación mexicana y por el Pacto de San José de Costa Rica, ratificado por México. Siendo que Google promueve la libertad de expresión en Internet, impugnaremos y nos defenderemos firmemente de todas las afirmaciones infundadas e injustas en los tribunales. – portavoz de Google
También dice que “debido a que se trata de un caso de litigio en curso, por ahora, no consideramos emitir ninguna declaración adicional”.
Por el contrario, Richter opina que las “fake news (noticias falsas) no son temas que están protegidos por la libertad de expresión, porque son fake news”.
De acuerdo con el abogado, el punto es que Google sabía que ese blog estaba desinformando y suplantando su identidad, y aunque las autoridades mexicanas le notificaron, fue omiso y permitió que ese contenido siguiera visible en su plataforma, a pesar de que violaba sus propias políticas.
Por eso la juez dictaminó la sentencia por daño moral y estableció una indemnización a su favor, aunque no sabemos el monto.
“No es un atentado contra la libertad de expresión, lo único que estamos pidiendo es que las fake news, que no tienen por qué gozar del derecho de libertad de expresión, pues no contaminen, como lo han estado haciendo en esta pandemia”, señala Richter.
Además, el abogado aclara que no pidió que bajaran información real, sino que eliminaran contenido falso y manipulado. “El asunto se hubiera terminado así de simple, si ellos hubieran cumplido sus políticas”, destaca.
“Lo más importante es que ahora hay un camino para que todos aquellos que han sido afectados en sus derechos de la personalidad, en su dignidad, pues sepan que hay un camino por donde uno puede intentar resarcir el daño que a veces las tecnológicas están ocasionando”, resalta.