Hacerte un tatuaje en plena pandemia pareciera no ser un asunto de urgencia, ya que es posible esperar unos meses a que todo pase para ir a ‘rayarse’, pero para los tatuadores y los estudios parar no es una opción.
“Nos urgía abrir porque económicamente el negocio ya no estaba siendo sustentable, nuestros ahorros ya habían sido consumidos en rentas pasadas y no nos quedaba de otra”, explicó Saúl Sauri, dueño del estudio Distrito Tattoo.
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Cuando el virus llegó a México, Distrito Tattoo tomó la decisión de cerrar sus puertas durante abril y mayo, recorriendo las citas que tenían en esos meses a una fecha posterior.
“Cerramos para ser responsables con nuestras familias, las familias de los tatuadores y la familia de los clientes”, cuenta Saúl.
Pero en este tiempo, el equipo de Distrito Tattoo no se quedó con los brazos cruzados e ideó un plan para poder abrir nuevamente en junio, adaptándose a la nueva normalidad.
Saúl explica que, en teoría, todos los estudios deben ser muy limpios por el tipo de trabajo que se realiza dentro, pero ahora durante la pandemia, él y su equipo comenzaron a trabajar en nuevos protocolos para cuidar tanto a los trabajadores como a los clientes.
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Una de las tatuadoras de Distrito Tattoo, Ximena Nava, contó que en un inicio ella tenía miedo por la pandemia, pero con el paso del tiempo se le ha ido quitando.
“Hubo como dos meses que no estuve tatuando, lo extrañé, pero me sirvió para pasar por unos procesos personales y para mejorar mi gráfica, ahora que volví siento que mejoré gráficamente y estoy proponiendo cosas nuevas”, explicó.
Bonnie, administradora de Distrito Tattoo, contó que en el estudio se guiaron con recomendaciones del IMSS y doctores particulares para armar un nuevo protocolo.
Lo primero que hicieron fue adaptar el estudio para que en lugar de tener cuatro espacios para tatuar ahora tenga sólo uno, en el cual reciben una cita por día.
Explica que el estudio es desinfectado diariamente tanto por dentro como por fuera, ya que se ubica dentro de una unidad habitacional.
“En cuanto a los clientes, una vez que llegan deberán desinfectar su calzado en un tapete sanitizante, después se les toma la temperatura y, si todo está bien, pasan a lavarse las manos“, mencionó Bonnie.
Dentro de Distrito Tattoo los clientes deberán usar su cubrebocas todo el tiempo, ir solos y llenar un cuestionario en el que es necesario mencionar si han tenido síntomas durante los últimos 14 días.
El cubrebocas es obligatorio para todos. Foto: Distrito Tattoo
Ximena explica que a diferencia de antes, ahora hay menos personas dentro del estudio y estas medidas fueron creadas pensando principalmente en la seguridad de los clientes.
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En Distrito Tattoo, los tatuadores normalmente usaban cubrebocas y guantes a la hora de tatuar, pero ahora en la pandemia de COVID-19, también es obligatorio que usen caretas.
Daniel Hurtado Montoya, un tatuador que trabaja desde casa, mencionó que él también ha tomado medidas adicionales a la hora de trabajar.
“Desde siempre se ha usado cubrebocas y guantes, pero ahora también utilizo caretas“, explicó.
Para sus clientes, quienes también deben ir con cubrebocas, careta y guantes, también les pide ir acompañados máximo con un acompañante que siga las mismas medidas.
Además, colocó tapete sanitizante en la entrada, gel antibacterial y rocía desinfectante en las personas que entren a su espacio.
Por otro lado, Ximena también tiene una petición extra para sus clientes: que sean limpios.
“La limpieza es lo más importante para mí, especialmente si los clientes se van a hacer un tatuaje en los pies, axilas o en alguna zona del cuerpo que pueda tener malos olores, por lo que les pediría que vengan aseados, pero por lo general me han tocado clientes bastante limpios”.
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Aunque pareciera que mucha gente preferiría no tatuarse por el momento, la realidad es que varias personas han aprovechado estos meses para hacerlo.
Ximena admite que ha tenido bastantes citas, por lo que la pandemia no le ha afectado en su trabajo, quitando los dos meses que ella dejó de trabajar.
“Me ha hecho valorar porque a pesar de la pandemia la gente quiere seguirse tatuando y eso se agradece mucho y lo aprecio mucho”, mencionó Ximena.
En el caso de Daniel, tampoco ha visto mucho cambio.
“Al inicio de la pandemia tuve más citas que de costumbre, aunque a mediados bajo bastante. Afortunadamente, ahorita se ha mantenido estable: ni mucho, ni poco”, comentó el tatuador.
Pero ahora tenemos la otra cara de la moneda: la perspectiva de dos mujeres que se tatuaron durante la nueva normalidad.
Para Mariana Rosas, quien se ha tatuado en muchas ocasiones, esta vez no fue tan diferente.
A diferencia de las otras veces, ahora sólo tuvo que esperar un poco más para conseguir la cita porque en Mano Sacra, el estudio al que fue, también reabrió hasta junio y la tatuadora que la atendió sólo recibe a una persona por día cada dos o tres días.
Mariana explicó que en el estudio piden que los clientes usen calcetines porque les piden entrar sin zapatos y usar cubrebocas todo el tiempo.
Nabila Delgado tuvo una oportunidad de oro para hacerse su primer tatuaje, ya que gracias a la pandemia encontró cita con una de sus tatuadoras favoritas.
“Decidí tatuarme en esta etapa de la pandemia porque hace tiempo que quería un tatuaje de Land Valentina quien normalmente no tatúa aquí, pero se quedó varada en la CDMX”.
Para Nabila, la experiencia en Arrecife Studio la hizo sentir muy tranquila.
“Piden a los clientes ir con cubrebocas, lavarse manos y limpiar los zapatos. En el estudio sanitizaron las camas y redujeron el número de citas en para evitar mucha gente, por lo que tampoco permitían acompañantes”, explicó.
Señaló que una vez que llegó, lo primero que hicieron fue rociar su ropa con desinfectante biodegradable, desinfectaron sus zapatos, le pidieron lavarse las manos y le colocaron alcohol.
“Estuve adentro prácticamente sólo yo con la tatuadora y al final sólo llegó otra cita que estuvo en otro lado del estudio”.
Ella decidió tatuarse al ver que las estéticas ya habían abierto. “Me pareció lógico que si ya podíamos ir por un corte de cabello también podía irme a tatuar.
Foto cortesía de Nabila Delgado.
Los tatuajes demuestran que pese a la pandemia, es importante seguir con nuestras vidas y no dejar de hacer lo que nos gusta, siempre y cuando sigamos las medidas necesarias para protegernos.
“No he reducido el número de precauciones, pero simplemente ya no vivo con miedo y me da gusto ver a mis clientes y ver que a pesar de esto sigan consumiendo mi trabajo”, finalizó Ximena.
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