Existe una novela histórica que nombra a Tenochtitlan (nuestra querida Ciudad de México) el “corazón del único mundo”.
Es una alegoría bellísima para una ciudad con una historia tan rica y extensa como la nuestra, plagada de lugares que a gritos nos relatan su vida de cientos de años.
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Esa es una de las maravillas de la CDMX: cuando recorremos el Centro caminamos entre y sobre la historia de nuestro país.
Por eso, el incendio del templo de la Santa Veracruz, que sucedió el 30 de agosto pasado (sí, apenas este domingo), es un hecho triste y que requiere atención inmediata.
Si no lo ubicas por nombre, te damos una pista: está frente a la Alameda Central, justo atrás del Palacio de Bellas Artes. Así se ve por fuera:
Foto: Wikimedia Commons
Por ejemplo, ¿sabes que este templo fue uno de los tres más importantes de la ciudad en el siglo XVIII? Además, aparece en los mapas y planos más antiguos que conocemos.
Con ayuda del cronista de la ciudad Enrique Ortiz, a quien conocemos en Twitter como Tlatoani-Cuauhtémoc, vamos a contar parte de la historia del templo y por qué es importante su cuidado y conservación.
Comencemos por relatar brevemente el origen: en 1526, cinco años después de la caída de Tenochtitlan, Hernán Cortés fundó la Archicofradía de Caballeros de la Santa Veracruz.
Era un grupo de compas del conquistador, en su mayoría españoles acaudalados, cuya función era acompañar a las personas condenadas a muerte, darles consuelo y pagar la mortaja y los servicios de sacerdotes -como los santos óleos-.
Bueno, estos señores pidieron al Ayuntamiento un sitio para construir un templo y un hospital con “la vocación de la Santa Veracruz, de tal manera que en 1528 construyeron la primera ermita de la Santa Veracruz“, nos cuenta Enrique. Esta ermita se construyó a un lado del acueducto de Tlaxpana que iba por la Calzada de Tacuba, San Cosme, avenida Hidalgo y llegaba a la Alameda Central.
Ahora sí viene lo bueno:
En 1629 hubo una inundación que casi termina con la CDMX y mantuvo a la ciudad bajo el agua por cinco años. Ya te imaginarás los daños.
Pues bueno, pasada esa emergencia se decidió reconstruir la parroquia y, ahora sí, se hizo un templesote.
Es de estilo barroco estípite, que también se le conoce como barroco churrigueresco, por Benito de Churriguera, un arquitecto español.
“El arquitecto responsable de esta obra fue nada menos que Ildefonso de Iniesta Bejarano“, nos explica Enrique Ortiz quien desde hace años es divulgador histórico y pronto publicará un libro que será una novela histórica. “Fue uno los arquitectos barrocos más importantes del siglo XVIII“.
Adentro del templo, nos dice Enrique, existen óleos de Cristóbal Villalpando, “posiblemente el pintor más relevante del barroco mexicano”.
También está una pequeña escultura que se llama el Cristo de los Siete Velos, y la leyenda dice que fue el rey Carlos V quien regaló a la Nueva España tres estatuas de este tipo. Una se encuentra en la Catedral, otra en el templo de la Profesa (en la calle Madero) y el otro en la Santa Veracruz.
¿Cuántas veces has visto esta estatua imponente frente al Museo Nacional de Arte?
Foto: Wikimedia Commons
Esta escultura, conocida como El Caballito (y que en realidad se llama La estatua ecuestre de Carlos IV) es obra de Manuel Tolsá.
Pues este señor murió a inicios de 1800 y está enterrado en el templo de la Santa Veracruz.
Foto: Wikimedia Commons
El domingo 30 de agosto hubo dos incendios que, según el INAH, dañaron severamente los vitrales y el órgano monumental. Por lo que, según informó el instituto, se harán trabajos de restauración en todo el edificio.
Sin embargo, el abandono del templo viene desde hace más tiempo.
Desde el sismo del 19 de septiembre de 2017, el lugar permanecía cerrado y apuntalado y en el atrio del templo vivían personas en situación de calle.
“El recorte del 75% al INAH nos deja muy mal parados frente a estos trabajos de restauración”, opina Enrique Ortiz y es que a partir de este año, el instituto responsable de preservar el patrimonio histórico del país tiene menos recursos para operar.
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Gracias a planos de la antigua #CDMX podemos encontrar la ubicación de la parroquia de la Santa Veracruz desde 1628 gracias al plano de Gómez de Trasmonte (número 9).En el plano de Iniesta Bejarano de 1778 podemos ubicar la parroquia con el número 15. Así de antigua es la iglesia pic.twitter.com/0Vp6XKmJ08
— Tlatoani_Cuauhtemoc (@Cuauhtemoc_1521) September 1, 2020